La llegada del “Open Arms” a Barcelona

Un bote de rescate que transporta a 60 migrantes que fueron rescatados en las aguas de Libia se dirige a Barcelona el domingo después de que Italia y Malta negaran el puerto al barco el sábado. Mientras Italia y Malta discutían el sábado por qué no eran los puntos de aterrizaje adecuados para el barco -cada una argumentaba que la otra estaba más cerca del punto de rescate en el Mar Mediterráneo- la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, intervino y ofreció su ciudad.

Está previsto que el buque atraque allí el miércoles. El barco, conocido como Open Arms, que es operado por el grupo humanitario español Proactiva Open Arms, se topó con los migrantes en un “bote de goma sujetado con cinta adhesiva”, según The Associated Press. Entre los pasajeros había cinco mujeres y cuatro niños.

Toda una aventura

El ministro del Interior italiano de derecha, Matteo Salvini, declaró rápidamente que el barco de rescate “puede olvidarse de llegar a un puerto italiano” y afirmó que el barco debería ir a Malta, el puerto más cercano. Malta rápidamente dejó claro que sus puertos tampoco estaban abiertos:

“El Ministro del Interior maltés, Michael Farrugia, tuiteó diciendo que la pequeña isla italiana de Lampedusa, al sur de Sicilia, estaba más cerca. El italiano Salvini ha dado a conocer su postura anti-inmigrante, declarando que los puertos italianos ya no están abiertos a los barcos que transportan inmigrantes rescatados. Barcelona, con la bendición del gobierno español, se puso en contacto con el grupo humanitario y le informó que Open Arms podría atracar en sus costas.

El Open Arms no es el primer barco migratorio operado por un grupo humanitario que ha molestado a la italiana Salvini en los últimos meses. La semana pasada, un barco de rescate alemán que había sido rechazado por Salvini fue autorizado por Malta. Semanas antes, Italia y Malta negaron la entrada a otro barco de migrantes, esta vez con más de 600 migrantes.

De hecho, el sábado no fue la primera vez que el Open Arms fue atacado por el gobierno italiano. En marzo, cuando el barco transportaba a otro grupo de migrantes rescatados, Italia incautó el barco y los fiscales investigaron a miembros de la tripulación, alegando que su rescate violaba la soberanía de Libia y permitía la inmigración ilegal, como informó The Guardian.

El problema político de la inmigración

El periódico señaló que existe “una creciente preocupación de que las ONG sean criminalizadas por intentar salvar vidas en el Mediterráneo”. El viaje de Open Arms del sábado se produjo en el contexto de un acuerdo de la UE que, aunque voluntario, podría limitar el flujo de migrantes entre los países miembros y potencialmente detener a los migrantes en los centros de acogida a su llegada.

En los últimos años, Italia ha absorbido por mar a cientos de miles de migrantes. Como reportó Frontline, el gobierno italiano, con la esperanza de frenar el flujo de migrantes, gastó cientos de miles de dólares para equipar y entrenar a la guardia costera libia, que patrulla las aguas de las que salen muchas lanchas llenas de migrantes.