Los elevados sueldos de los europarlamentarios

Un europarlamentario gana un salario base de 8.484 euros al mes. La mayoría, además, recibe entre 12.000 y 14.000 euros mensuales para dietas. Esto no es todo, un 60% de los representantes al Parlamento europeo se dedica actividades o trabajos al margen del Eurocámara y la mitad recibe dinero por estas. Entre estos hay Antonio López-Istúria, del PP, que ha cobrado un máximo de 480.000 euros desde el inicio de la legislatura para ser el secretario general de Partido Popular Europeo.

Sin duda, esto tiene un mayor impacto social debido a los bajos salarios que cobra una gran cantidad de ciudadanos europeos. Una distribución más equitativa de la riqueza contribuiría a un mejor de nivel de vida general, en lugar del de unos pocos.

Los euroescépticos y los populares, los que más cobran de fuera

El informe destaca que si bien un 31% de los eurodiputados declara ingresos de actividades extraparlamentarias, el porcentaje se incrementa entre los euroescépticos y los populares. Más de un 50% del grupo Europa de las Naciones y las Libertades, donde se integra por ejemplo el Frente Nacional de Marine Le Pen, tienen sueldos adicionales, mientras que el 37% de los eurodiputados del Partido Popular Europeo cobran por actividades fuera de la Eurocámara.

Puertas giratorias

Transparency International opina que tener trabajos fuera del Parlamento Europeo puede generar conflictos de interés entre la representación política y los intereses empresariales.

El texto denuncia específicamente que tres eurodiputados mantienen actualmente actividades pagadas fuera con organizaciones que constan al registro de lobby de la UE, a pesar de la prohibición. Se trata de la popular y exvicepresidenta de la Comisión Europea Viviane Reding, miembro de la junta directiva de la Fundación Bertelsmann, el también popular Paul Rübig, que ocupa una posición a la Cámara de comercio austríaca (WKÖ) -que representa los intereses de los negocios austríacos- y la socialista Agnes Jongerius, que se encuentra al consejo de supervisión de PostNL.

El informe también señala que un 30% de los eurodiputados de la anterior legislatura que abandonaron la política trabajan actualmente por organizaciones registradas como lobbies en la Unión Europea.